A pesar del enorme peso ancestral del folclor africano, la música popular africana es prácticamente desconocida en las Américas. Ni siquiera en Cuba durante las incursiones imperiales del magno Alejandro criollo en el continente negro. En Europa occidental, en cambio, hay cierto mercado para los mejores artistas africanos. Al menos en Londres, Paris o Berlín se llenan las salas de concierto para un Salif Keita o un Youssou N'Dour.
Aquí está mi particular top-ten de afro-pop.
# 10 Jeannot / Lolo Lolitta & Tchico
Reconozco que hoy el ritmo soukous de Costa de Marfil puede ser tan simpático como una mosca tsé-tsé hiperactiva, pero en 1979 era más suave, y en definitiva es sano descubrir que no sólo las coristas argentinas lloraban en las canciones.
# 9 Diaraf / Super Diamono
Super Diamono fue la mejor banda de mbalax, la música nacional de Senegal, y tuvo por décadas en Africa occidental un peso similar al Gran Combo o la Dimensión Latina en la cuenca del Caribe. Este título, también pronunciado como Jaaraf, es de 1989.
# 8 Alane / Wes
El camerunés Wes Madiko consiguió meter esta pieza étnica hasta en los
raves de música
tecno de 1997. Desde luego, contaba con la maquinaria comercial francesa para ello, pero no era un fraude plagiario como la
Lambada de años atrás.
# 7 Na Ri Na / Lura
Lura es una prominente representante de la morna de Cabo Verde. La vi en vivo en un concierto en Múnich en 2006. Encantadora. Este es un tema del álbum Di Korpu Ku Alma de 2005.
# 6 Hafanana / Afric Simone
Este mozambiqueño se dio un banquete en los años 70 y 80 en la RDA, Checoslovaquia y la URSS. Y no digo de comida, sino de alemanas, checas y rusas. Sólo en Berlín -según se comentaba- le metió mano a la estelar Susan Baker entre muchas otras codiciadas bailarinas del legendario ballet de TV de la RDA, a tres presentadoras del popular programa televisivo Ein Kessel Buntes, a dos maquilladoras de TV, y a una mucama polaca que atendía los camerinos del Friedrichstadt-Palast, donde se hacía el show.
# 5 Black Tears / The Witch
Esta rara pieza de 1975 es nada más y nada menos que… Progressive Rock… Made in Zambia!
# 4 Sweet Mother / Prince Nico Mbarga & Rocafil Jazz
Pieza emblemática del highlife, que si bien es un género ghanés alcanzó su mayor fuerza con músicos nigerianos como el ya fallecido Prince Nico Mbarga y su banda. Este single de 1976 vendió más de 13 millones de ejemplares, lo cual representa hasta hoy el record absoluto para un artista africano.
# 3 Sodade / Cesária Evora
La veterana caboverdiana es la reina de la morna, y fuera de los EE.UU. superó hace años a Miriam Makeba como primera dama de la música africana. La he visto en vivo un par de veces, y la negra tiene carácter, además de su voz fabulosa. Son pocos los artistas como ella, capaces de agitar a un aletargado público suizo hasta hacer que se levanten de sus asientos a mover el esqueleto –porque, bueno, bailar es otra cosa. Sodade fue un éxito en 1992.
# 2 Tajabone / Ismaël Lô
La primera guitarra del senegalés -y la única que tuvo hasta superar la adolescencia- era un palo con un alambre. Aun así llegó a ser el vocalista principal de Super Diamono. Luego de abandonar la agrupación en 1984, Lô logró más: darle proyección internacional al mbalax. Tajabone es una extraordinaria balada que grabó originalmente en un estudio africano en 1986, y luego regrabó en 1990 en un estudio europeo. Se trata, por cierto, de un arreglo melódico sobre un cantico litúrgico islámico que se suele usar en Senegal durante el ramadán. (La letra en lengua wolof dice que el arcángel Abdú Jambar bajará del cielo a recordarte que tienes que rezar y a advertirte que tienes que ayunar, y que si tú no lo haces Abdú se puede encabronar, etc.) En todo caso es la balada africana más bella de todos los tiempos.
# 1 African Woman / Baaba Maal
El senegalés Baaba se sienta en la cima absoluta de la música de su país junto a Youssou N'Dour. Ahora bien, Maal no canta en serer como N'Dour, ni en wolof como Lô, sino en fulani, que es la lengua con el vocabulario más crudo en el delta del río Gambia. Por regla, se dice que, si te insultan en serer, puedes bajar la cabeza; si te insultan en wolof, puedes llorar; pero si te insultan en fulani, te tienes que fajar. Baaba Maal tampoco se dedica al mbalax como N'Dour y Lô, sino a la yela, el cadencioso género que deslumbró a Jimmy Cliff antes de desarrollar el reggae. Y en African Woman de 1994 el afro-pop suena definitivamente caribeño.