Un buen día de 1976 Fausto Rey llegó al estudio de grabación en Santo Domingo donde estaba marcada una sesión para su nuevo single con Kubaney Records. El cantante venía muy contento y en compañía de una joven y voluptuosa india que había conocido en la fiesta de la Sarandunga pocos días atrás en Baní. Fausto no se había separado de ella desde entonces, y ya había prometido convertirla en corista para empezar.
Al maestro Fajardo, que estaba a cargo de la producción, no le gustó la idea de incluirla, pero de momento aceptó, sabiendo que podía registrar el coro en una pista separada. Así que en poco tiempo Fausto Rey estaba grabando la cara A, un cover del éxito "Eres Toda Una Mujer" (Woman Of The World) del gibraltareño Albert Hammond. La parte instrumental estaba lista hacía días y Fausto se sabía la canción. La única novedad era el improvisado coro de aquella suculenta criatura tropical, que a partir de la mitad de la pieza repetía una y otra vez "ay, papi, sssssshhhrrr, qué rico, papi". Fausto, cargado de emoción, se excedió y la grabación quedó magistral. Al terminar de escucharla juntos en la cabina de control, Fajardo lo felicitó, pero añadió que la corista se iba a quedar fuera de la edición final. Ahí mismo se armó la de San Quintín. Fausto insistía enojado, Fajardo aseguraba que era él quien decidía en Kubaney, y la india le gritaba a Fausto que "¡tú me lo prometiste!" y a Fajardo que era un "¡viejo maricón!" Los dos hombres acabaron saliendo al patio para discutirlo con alguna calma. Cuando regresaron media hora después, no estaban ni la india, ni las cintas de la grabación.
Fausto la buscó por todas partes, mas no pudo encontrarla ni en la capital, ni en Baní. De la decepción no grabó ningún sencillo con Kubaney y aceptó una oferta de gira por Argentina. Sólo luego de algunos años escuchó que alguien había visto a la india en Nueva York.