Anoche se escribió otro capítulo de la saga-farsa argentina. Utilizando por enésima vez el mismo esquema de cómo hacer lo peor con lo mejor, la selección albiceleste fracasó ante un limitado y aguerrido Uruguay en cuartos de final de la Copa América.
Y es que desde los años 90 el fútbol nacional es el barómetro general de la argentinidad.
Cuesta abajo, che.
Tal vez el truco esté en que Cristinita se dedique a jugar al fútbol y los futbolistas a gobernar, lo pasaríamos bien viéndolo aunque no lo harían mejor (eso sí, peor que Cristina es prácticamente imposible)
ResponderEliminarNo veo eso más.
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