24 abr 2012

Deseo Cubano

Que se vaya la bestia para que se rompa el tanque...

22 abr 2012

La Encrucijada de la Redención


¿De qué forma llega a su fin el despotismo? 

La historia nos muestra que en esencia hay apenas tres escenarios. Si bien pueden ocurrir combinaciones parciales entre los mismos. 


La primera variante es la intervención extranjera, o sea, la guerra. La dictadura resulta arrollada cuando el país es invadido por un enemigo superior. Generalmente sucede tras una agresión del régimen contra sus vecinos o como reacción a un genocidio interno. Eso sucedió con Adolf Hitler, Pol Pot y Saddam Hussein, por citar tres ejemplos notables en regiones, culturas y épocas muy diferentes. Por supuesto, una tiranía derribada por invasores no tiene necesariamente que desembocar en una sociedad libre. Eso depende de quién sea el invasor y, sobre todo, de la calaña de los liberados. 


La segunda opción es el suicidio político, un fenómeno que debutó con las dictaduras militares iberoamericanas, aunque el opus magnum sería interpretado luego en ruso y afrikaans. Esta variante acontece cuando la élite de la dictadura se ha desmoralizado. Las estadísticas demuestran que esa condición imprescindible no se da por crisis económicas, por descontento popular o por presiones internacionales. Es una soberana tontería creer tal cosa, aunque siempre vale sugerirlo para confundir y mortificar al sector más lábil de los partidarios del opresor. La premisa para perder la voluntad de abusar es la ausencia de fe y de placer en su ejercicio. 

Excluyendo tal vez a Francisco Franco y a Augusto Pinochet, los generales iberoamericanos en realidad nunca tuvieron demasiada fe en la amenaza expansiva del comunismo. Unicamente el oportunismo y el espíritu de cuerpo fueron pilares en esas dictaduras, bases muy efímeras para sostenerse a largo plazo. 

Por su parte, los casos de los Soviets y los Boers, aunque pueda sorprender, son idénticos en el fondo. Resulta que sus respectivos y brutales padres fundadores no criaron a los vástagos de modo apropiado para continuar la obra. Y un buen día los herederos descubrieron que les repugnaban los gulags y los bantustans respectivamente. Un redomado tirano como Fidel Castro tampoco ha sabido educar a sus propios hijos para que gocen matando. Es como aquel sanguinario mafioso que quiere que sus críos estudien derecho o medicina, ignorando que así la familia acabará perdiendo el control sobre Little Italy


La tercera vía es la más complicada: la insurrección. Ante todo hay que entender que las insurrecciones exitosas nunca comienzan de forma masiva. Siempre hay un grupo, una facción de conspiradores y agitadores, que organiza e inicia los tumultos. 

Tomemos, por ejemplo, la más relevante revuelta de todos los tiempos: la Revolución de Octubre. En abril de 1917 apenas un duro núcleo de unos 400 bolcheviques encabezados por Vladimir Ilich Ulianov, alias Lenin, operaba en Petrogrado gracias al dinero alemán que les enviaba desde Copenhague el George Soros del siglo pasado: Israel Lazarévich Gelfand, alias Parvus, quien también ideó y planificó el regreso de Lenin y sus más cercanos colaboradores desde el exilio suizo en un tren especial germano. 

Ciertamente es elemental: para empezar una revolución cada Castro necesita sólo unos cuantos secuaces dispuestos y un Prío que le financie el plan. En caso de éxito la masa estará ahí para aplaudir el final del régimen. Ahora bien, a posteriori lo decisivo es el camino elegido para destruir el sistema: el violento o el pacífico. Y hay una abismal diferencia en las consecuencias. Cegados por la prometedora probabilidad de sobrevivir a la lucha, los conspiradores suelen pasar por alto que derribar la dictadura de forma pacífica no implica decidir el futuro de la nación. Para nada. El tema de esa película se puede cantar muy bien en árabe.

18 abr 2012

Safari Heroico

La algazara general por la reciente cacería de elefantes llevada a cabo en Botsuana por su Majestad Borbónica Juan Carlos I me ha inducido a indagar a fondo en el asunto. Y he llegado a la conclusión de que el Rey de España no hacía otra cosa que arriesgar su salud para ayudar a la joven nación africana. 

Estos son los hechos, ilustrados sin patetismo ni romanticismo.

Desde hace casi dos años una creciente plaga de paquidermos asola Botsuana. Los gigantescos animales lo mismo invaden fincas y aldeas que persiguen transeúntes y vehículos por las carreteras.

Ninguna bestia, incluyendo a los predadores, está segura en la selva ante la ola de violencia elefantina.

Escondidos entre la hierba los arteros elefantes esperan el paso de incautos humanos para asaltarlos, muchas veces con consecuencias fatales.

Quienes ya se han visto –y en Botsuana no son pocos– frente a un elefante pidiendo el dinero y las prendas con la trompa en alto saben que no hay circunstancia más sobrecogedora y traumática.

Todo eso sin contar las numerosas elefantas que actualmente practican la prostitución con los turistas en Botsuana, lo cual le ha dado al país un triste rango similar al de Tailandia, Filipinas, Brasil o Cuba. No hace mucho en Moscú una operadora de dudosa reputación anunciaba un exclusivo paquete turístico llamado Safari Etnico Internacional que prometía "una masajista en Bangkok, un travesti en Manila, una mulata en La Habana y una elefanta en Gaborone."

Cabe aclarar aquí que hasta ahora los elefantes machos se dedican solamente al pillaje en Botsuana, pero en algún momento descubrirán sus lucrativas opciones como pingueros, y ese día comenzará el ocaso de los colegas en Kenia y Jamaica.

Esta situación con los elefantes ha causado mucho sufrimiento en Botsuana, donde ya no puedes ni salir de la choza con un reloj en la muñeca por miedo a que un elefante te arranque el brazo para quitártelo.

Por su parte, los piqueteros organizados por los ecologistas para espantar a los criminales paquidermos han demostrado una total falta de eficacia.

¡Joder, que ya era hora de que alguien se animara a echarle una mano a Botsuana!

11 abr 2012

Beijing no cree en muelas

Bo Xilai

¿Cuál es hoy el único país del mundo donde la demagogia socialista no triunfa? Paradoja inaudita: China. Bo Xilai, máxima figura del ala izquierda del PCCH, ha sido defenestrado del Buró Político. 

Hijo de Bo Yibo, uno de los llamados 8 inmortales del PCCH que asumieron el control del gigante rojo tras la era Mao, Bo Xilai se desempeñaba como jefe del PCCH en Chongqing, vital quinta ciudad del imperio amarillo a la que mantenía en continuo trajín propagandístico igualitarista. 

En Chongqing, sin ir más lejos, en las  entidades públicas se reintrodujeron los matutinos obligatorios con himnos maoístas como en los años 50 y 60 del pasado siglo. Mas lo obsoleto no se detuvo ante lo moderno. Por el contrario, con un ánimo que causaría envidia en cualquier jesuita, lo primero se fundió con lo segundo. Así, por sólo citar un ejemplo, varias veces al día consignas marxistas bombardeaban los celulares de los paisanos de Chongqing en forma de mensajes de texto. La voz popular los denominó spamao

Sin embargo, las campañas de Bo Xilai contra la corrupción, que culminaban en ejecuciones lo mismo de funcionarios que de empresarios, hacían las delicias no sólo del populacho en Chongqing, sino también –y cada vez en mayor medida– de los pobres en toda China.

No se sabe cómo empezó, pero a comienzos del año se rumoraba en todas partes que Bo pretendía dar un golpe de estado. A partir de ahí los acontecimientos se sucedieron con grotesco dinamismo. Ahora Bo está bajo arresto domiciliario. En cambio, su esposa y su principal asistente habitan calabozos del Buró de Seguridad Pública. Mientras que los principales foros y blogs comunistas chinos permanecen censurados.

3 abr 2012

Sensación Zoológica: Buey Almizclero Cubano


¿Quién dice que el buey almizclero necesita del frío extremo? 
No es verdad. Este velludo bovino se da muy bien en la tundra social cubana.
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