7 may 2009

Las notas perdidas del Diario del Che en Bolivia 26

Los síntomas: la burda fisionomía, la mirada depravada, la obsesión por la colilla...

Julio 1 de 1967
[…]
También Barrientos acaba de admitir mi presencia. Aseguró por la radio que acabaría conmigo dentro de poco, y que yo no saldría con vida de Bolivia, a menos que me entregue pronto. Iluso. Jamás nos rendiremos, nunca podrán capturarnos con vida. Guardo la última granada, la última bala y el último bisturí para esa hipotética e improbable situación. Y tampoco cejaremos en nuestro empeño antimperialista. Mientras exista una injusticia en la cordillera, mientras quede un revolucionario en la selva, mientras paste una vaca en el altiplano, aquí estaremos.

Tres niños cuidaban el chaco donde descansamos. Se asustaron mucho con nuestra presencia. No quisieron hablar. El mayor me mostró tembloroso las cédulas de los tres, y nos señaló dónde guardaban la comida. Por lo visto, se trata de tres hermanos, los Yépez, que se alimentan de calabaza.

Cenamos sopa de calabaza, y puré de calabaza con algo de carne seca que traíamos. A los Yépez les ofrecimos comida a cambio de informaciones. Se negaron. No obstante, algunos combatientes se sentían tentados a compartir nuestro magro sustento con los tercos muchachos. Lo prohibí rigurosamente. La debilidad y el sentimentalismo son incompatibles con el tiempo de lucha.

Salimos de madrugada. Aún no amanecía cuando nos encontramos con un campesino llamado Coca mascando coca. Al menos eso entendimos, pues preguntamos su nombre y dijo “Coca,” y preguntamos qué masticaba y contestó lo mismo. Luego quisimos saber si había alguna finquita por la zona, y respondió que “el chaco de los tres muditos.”

Pude apreciar cierta desazón en algunos rostros. Mas era injustificada. No somos clarividentes, sino revolucionarios.

Julio 2 de 1967
[…]
La pierna de Pombo ya superó el peligro de gangrena. Puede que salga un poco cojo, pero nada más. En cambio, la conjuntivis del Ñato es un caso serio. Ya no ve nada de un ojo. Y de noche, de ninguno de los dos. Hoy hubo que sujetarlo entre seis hombres para limpiarle el ojo con alcohol. Se ha caído varias veces en las quebradas por su mala visión, pero sigue negándose a compartir el mulo con Pombo.

Volvió el asma, aunque esta vez parece peor.

Julio 3 de 1967
[…]
Día de promoción y propaganda. Nos hicimos muchas fotos. De momento no hay cómo revelarlas. Espero poder conservar los rollos hasta que llegue la oportunidad. Me impacienta saber qué tal salí de jinete, porque el caballito dejaba mucho que desear.

[…]

5 comentarios:

  1. Les roba la comida a los niños y además una foto muy apropiada para lo que fue, un galán en una película de horror. Incluso hasta metafórico que sus víctimas hayan sido mudos. Mis felicitaciones por enésima vez.

    ResponderEliminar
  2. El campesino llamado Coca que masca coca...
    Eso fue lo que se le entendió.
    La conjuntivitis, peor que la gangrena.
    Días de promoción y propaganda, tomándose fotos...
    Aunque todo es antológico aquí.

    ResponderEliminar
  3. Y como es que quedaron vacas en el altiplano despues de pasar la guerrilla hambrienta.

    ResponderEliminar
  4. En todo este divertimento está la verdad, nada más que eso, pura verdad.

    ResponderEliminar
  5. Y que le paso al arsenal que tenia guardado para que no lo cogieran vivo?

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails