Mientras los católicos elegían un nuevo Papa, pocos en occidente notaban
que al mismo tiempo del otro lado del mundo llegaba a su fin la fiesta
religiosa más grande del planeta. Obviamente, también una de las más divertidas.
El Kumbhamela de 2013 reunió a más de 40 millones de peregrinos hindúes en la ciudad de Allahabad, al norte de la India. Ante semejantes dimensiones los fieles hacinados en la Plaza de San Pedro esperando al Obispo de Roma prácticamente caen en la categoría de encuentro conspirativo.
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