Julio 25 de 1967
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Día de descanso e instrucción. Impartí un cursillo táctico-militar de 4 horas para limar ciertas deficiencias que he podido detectar en la guerrilla. Nos concentramos en tres temas: a) La exploración, tarea necesaria y preámbulo del combate victorioso (15 min); b) El racionamiento, una necesidad revolucionaria, incluso en tiempo de guerra (30 min); y c) El machete, su uso adecuado y utilidad en la selva, teoría y práctica (3 h 15 min).
La única forma de continuar avanzando en los próximos días es abriendo monte a machete. O en balsa arroyo abajo.
Julio 26 de 1967
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Desistimos de la opción de la balsa. El prototipo que construimos se hunde. Resulta raro, siendo de madera. Se recuperó la balsa, ya que el arroyo tiene apenas 3 o 4 pies de profundidad. La analicé, y mi conclusión es que, lamentablemente, el matojo y el bejuco local no rinden para esos menesteres.
La emboscada que preparé a retaguardia tampoco tuvo saldo positivo. No pasó ni una sola vaca.
La radio insiste desde ayer en la noticia de un ataque guerrillero en San Juan del Potrero. Anuncian que fueron capturados 15 soldados y un coronel, y que luego fueron dejados en libertad y en pelotas. En inverso orden. Cualquiera diría que fuimos nosotros. Sólo que San Juan está junto a la carretera Cochabamba-Santa Cruz y nosotros no seríamos tan necios de aproximarnos a esa vía, ni aún en el caso de que pudiéramos evadir el actual cerco. Además, ¿cuándo se ha visto a un coronel boliviano a pie? Una de dos: es una sutil maniobra de Ovando para embullarnos a movernos en aquella dirección, donde seguramente nos espera una trampa, o se trata de otra exageración propagandística de la inteligencia cubana.
Precisamente me tocó dar una charla sobre el significado de la fecha del asalto al Cuartel Moncada. Pocholo me preguntó por cuál posta yo entré al cuartel durante el fallido ataque. Le tuve que explicar que yo no participé, pues en esa época me encontraba precisamente acá en Bolivia; pero que, sin embargo, ya en 1956 tomé parte en la segunda parte de la insurrección cubana, y ahí sí se consiguió la victoria.
Julio 27 de 1967
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El nuevo combate fue tan corto como inesperado. Ya casi nos íbamos del campamento cuando se anunció la presencia del ejército. Mandé a Willy, Dick, Inti, Eustaquio, Chino y León a reforzar la emboscada, ya que originalmente eran apenas cuatro hombres. Tras unos minutos de espera llegaron los soldados. Eran ocho. Matamos a cuatro, mas no pudimos quitarles el equipamiento por culpa de los otros cuatro. Nos retiramos con gran agilidad arroyo abajo y sin balsa, puesto que no había tiempo para el chapeo. Avanzamos hasta encontrar un cañón transversal, donde nos internamos e instalamos otra emboscada.
La humedad en los pies me causó un fuerte ataque de asma. Me negué a encender una hoguera para secármelos porque indicaría nuestra posición al enemigo. La estrategia es lo primero, la salud viene después.
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Genial como siempre y la camiseta, priceless...Gracias por compartir con sus lectores estos diarios de coleccion...
ResponderEliminarman,
ResponderEliminarqué encojonadamente bueno está esto.
ya sabes, big fan.
Entre perdido y escondido,
ResponderEliminarse la paso el argentino...
(El tipo era un sado-masoquista militante; el resto, militantes masoquiados por el sado...)
El pullovito está fuertecito. Lo de que la causa es la falsa propaganda cubana es muy bueno. Todo fue propaganda, como bien dices. Magnífico.
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