Foto: Svante Pääbo con calavera neandertal.
Cuando el homo sapiens llegó a Europa procedente de Africa hace 40.000 años se dio de bruces con el homo neanderthalensis, otra especie con un antepasado común: el homo erectus. Lo mismo había sucedido en el cercano oriente muchos milenios atrás.
Aquel primo proto-europeo era muy persistente, pero también más lento y menos pícaro. Y además no sabía bailar. Esa falta de flexibilidad resultó fatal para él. Los ágiles morenos inmigrados acabaron con los robustos nativos en apenas 10.000 años, el mismo tiempo que tardaron en palidecer y reducir todas sus protuberancias corporales. En Asia no fue diferente, si bien con menor palidez y mayores reducciones. Similares procesos entre especies competidoras sucedían en la tierra desde tiempos bacteriales, aunque con cierta épica sólo a partir de las primeras lagartijas.
Pero vayamos al grano: uno de los logros científicos más espectaculares y reveladores de 2010 ha sido la decodificación genética del neandertal. Gracias al descubrimiento de fósiles mucho mejor conservados en Croacia, el equipo internacional del sueco-estonio Svante Pääbo en el Instituto Max Planck de Leipzig, Alemania, pudo reconstruir el ADN del neandertal completamente. Acto seguido se procedió a compararlo con el ADN humano de poblaciones de todo el mundo. Se buscaba ante todo la resolución de una gran incógnita: ¿llegaron a mezclarse cromañones y neandertales? Era eso lo que sugerían los arcos supra orbitales del Che Guevara, entre otros indicios.
La respuesta definitiva resulta sensacional. Todas las poblaciones humanas europeas y asiáticas comparten una pequeña dosis genética de neandertal. Los africanos negroides, absolutamente nada. Visto de forma gráfica: los blancos, amarillos y melanesios son una mezcla de 96% de homo sapiens y 4% de homo neanderthalensis; el negro, en cambio, es homo sapiens puro.
En otras palabras, la única manera auténtica de mejorar la cepa propia es mezclarse con los negros. Por fin percibo el talento del hombre ibérico.
Los cubanos a salvo, el que no tiene de congo tiene de carabalí.
ResponderEliminarNaturalmente!
ResponderEliminarSupongo que te habrás informado de la estancia de los "96% de homo sapiens y 4% de homo neanderthalensis" ibéricos en Guinea Ecuatorial, en algunos casos parece ser que también buscaban lo mismo.
ResponderEliminarSaludos.
Siempre lo he pensado, el negro va con todo.
ResponderEliminarEl negro nos salvó.
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