24 may 2010

El Pote de Oro y Nácar (Una de Turcos)

 Mehmed II

El 3 de mayo de 1481 el sultán otomano Mehmed II, conquistador de Constantinopla tres décadas atrás, se hallaba acampado en las afueras de la rebautizada Estambul. Quería observar de cerca los preparativos para la nueva campaña contra la isla de Rodas, donde el año anterior los caballeros de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén habían resistido la formidable embestida de los turcos. Aquella noche Mehmed cenó temprano, como de costumbre, y se retiró a su tienda con un esclavo griego de 13 años. Curiosamente, con el tiempo el sultán había ido aumentando la edad de los jovencitos que usaba para el tradicional hábito sodomita turco. Hacia las 9 de la noche los jenízaros de la posta escucharon espasmos dentro de la tienda. Media hora más tarde el sirviente que traía la toalla húmeda y caliente, con la que el sultán solía limpiarse, encontró los cadáveres del soberano y su mancebo, aún unidos. Ante los gritos histéricos del eunuco acudieron los jenízaros. Uno de ellos se embolsilló un pote de oro y nácar, mientras varios otros intentaban separar los cuerpos. No fue posible sin amputar, tan hinchada estaba la carne. Efectivamente, el veneno se encontraba en la vaselina, de ahí la prisa del soldado por retirarla del escenario. Los jenízaros, sin embargo, no habían actuado por cuenta propia, sino sobornados por Bayezid, uno de los hijos de Mehmed con una concubina griega, que devino entonces sultán. Su deuda con los jenízaros le otorgó a estos poder y privilegios por siglos, comparables sólo a los de los pretorianos en Roma.

Bayezid II

Mehmed II había nacido en 1432. Era hijo de una esclava bosnia, pero fue siempre el favorito de su padre, el sultán Murad II, que lo designó sucesor. Por tanto, al enterarse del fallecimiento de su progenitor en 1451 Mehmed organizó una fiesta espontánea con odaliscas y baños turcos, durante la cual hizo ahogar a su hermano de 12 años, siguiendo la tradición de la familia Osmán de proceder drásticamente con la competencia fraternal. Por su parte, el vástago Bayezid II, conocido como El Piadoso, no pudo actuar diferente y, aparte de estrangular a un sobrino, se enfrentó a su hermano Cem en una bonita guerra civil que tuvo dos partes.

Cem, pretendiente al trono turco

Cem perdió la vida en una tercera fase menos bélica, pues tras su segunda derrota se refugió en Rodas. Los heroicos caballeros hospitalarios no tuvieron mejor opción que vendérselo al Papa Inocencio VIII, quien acomodó a Cem y a su séquito en Capua. En febrero de 1495 un Bayezid más conciliador le envió algunos regalos a su hermano con un jenízaro de confianza: finas sedas, deliciosos albaricoques encurtidos, una bella daga con un rubí encrustado, y un pote de oro y nácar. Una semana después Cem recibió otra visita: Antonio, un joven castrato napolitano que pretendía poner música a los poemas del príncipe turco. Ya avanzada la noche Haydar, su secretario húngaro converso, encontró el cuerpo semidesnudo de Cem. El cantante había huido en pánico, derribando una mesa y un jarrón con leche tibia, sin siquiera molestarse en recoger el valioso condón de tripa.

5 comentarios:

  1. Lo del veneno que estaba en la vaselina, ¡genial!

    ResponderEliminar
  2. Güicho, brother, no quisieras publicar un libro en "Ediciones Malecón" de toda esta gozadera? andres@edicionesmalecon.com...

    ResponderEliminar
  3. Como diría Jano Momo:
    Mora---leja:
    1.- Hazlo siempre con condón y...
    2.- Quien la hizo una vez y le salió bien la repite (No te fíes de un Gran Señor y sus jenízaros).

    ResponderEliminar
  4. Me encanto. Estambul es una de mis ciudades favoritas.

    ResponderEliminar

Related Posts with Thumbnails