Wrong Guy Down

Han matado a Mustafá Abu al-Yazid. Lo pillaron con un cohete cuando salió de la cueva en dirección al retrete. El misil con orientación térmica siguió los gases del número 3 de Al-Qaeda. Por cierto, el puesto se ha convertido en una catapulta hacia Alá. Ya van 3 números 3 que se carga la CIA. Sin embargo, en este caso tal vez se les fue la mano. El militante egipcio era algo diferente. De hecho era un tipo atípico, quizá el único que podría haber cambiado la organización islámica. Si tan sólo le hubieran dado más tiempo y lo hubieran dejado trabajar, Abu al-Yazid podría haber convertido al-Qaeda en una ONG común y corriente. Las siguientes imágenes hablan por sí solas.

Mustafá durante el Ramadán de 2004: un tipo feliz con su martini.

Incluso se puede afirmar, sin temor a exagerar, que era un amante de los eventos sociales y las fiestas.

 Y su sentido del humor era harto conocido por seguidores musulmanes y detractores americanos, quienes criticaban duramente sus chistes faltos de corrección política, como aquel de un hombre que portaba una pesada carga y al pasar ve a un negro meciéndose en una hamaca, entonces se detiene y sin poder contenerse le espeta: "¿no sabes que la pereza es uno de los Siete Pecados Capitales?", y el negro sin moverse contesta: "¡la envidia también, motherfucker!"

Además, no olvidemos que en su juventud al-Yazid no mostraba aversión alguna ante el contacto tierno con otros hombres, hasta con occidentales.

Sí, Mustafá fue el blanco equivocado, o sea, el moro, pero equivocado al fin y al cabo.