18 jul 2013
¡Cristina, ocupa las Malvinas!
Señora Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, es la hora y el momento apropiado para liberar las Islas Malvinas. El Reino Unido no sería capaz de reaccionar. La infraestructura inglesa es hoy un desastre imperial. Los británicos ni siquiera pueden controlar las hordas de inmigrantes negros e indostanos que perturban, afean y ensucian todos sus perímetros urbanos. En Londres o Birmingham, en Manchester o Liverpool, cualquier salvaje con un hacha puede decapitar soldados tranquilamente. Tal cosa no sucedía desde las incursiones de los vikingos. Actualmente para arrojar unas bombas en el cercano desierto libio los ingleses tienen que pedir ayuda a los franceses, e incluso así se les acaban los proyectiles en dos semanas y el combustible en tres. La imprescindible ayuda americana para contraatacar en el Atlántico Sur tampoco llegaría. Por segunda vez en su historia -a casi 200 años de James Monroe- los EE.UU. son gobernados por un anticolonialista. Es más, por primera vez el presidente es un tercermundista.
Señora Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, póngale bolas e invada ya las Malvinas. Tenga presente que la historia es como la riqueza: sólo premia a los oportunistas. Bueno, eso Ud. lo sabe perfectamente. Pero sí le digo que recuperar las Malvinas este año es su deber como presidenta, como argentina, como peronista y como viuda de Néstor. En efecto, porque el Tuerto, con esa visión que tenía, se habría dado cuenta. Y la Argentina esta vez tampoco estará sola. Nuevamente la apoyarán los brasileños y los cubanos, pero además lo harán los venezolanos, bolivianos, ecuatorianos, uruguayos y nicas. ¿Se imagina el desfile de la victoria en la Plaza de Mayo? ¿Qué tal un simbólico Ejército Libertador de toda nuestra América? Frente al palco de honor con todos los presidentes y presidentas del Mercosur, el Alba y la Unasur pasaría la caballería argentina pastoreando las ovejas anglófilas capturadas en las Malvinas, luego los intrépidos cubanos con sus machetes, los lanceros llaneros venezolanos con sus ponchos rojos y los gallardos bolivianos con sus boleadoras. ¡Qué belleza: completar la obra de San Martín y Bolívar! (Bolívar y San Martín para los hermanos venezolanos.)
Señora Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, por si se decide a jugar su papel histórico y entrar en la inmortalidad patriótica, también le recuerdo que hay rebaja de cohetes en La Habana.
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Oye, no les des ideas, que esa gente bolivariana no entiende bien las bromas y después que se montan en un burro no hay quien los haga bajarse.
ResponderEliminarFue así que se rompieron la cara la primera vez en las Malvinas (y no digo las Falklands para no aumentar las provocaciones)
Que bueno esta esto. No, las Malvinas para que. Las bolas se las pone en la cara despues de inyectarse el Botox a granel. Estas mujeres no tienen espejo, no ven que todos las identifican con viejas inmaduras o barbys geriatrinas. No tienen estirpe de matronas para apreciar un desfile imperial. Estan en los remiendos y en llenar el saco.
ResponderEliminarAy, Güicho. Te la comiste.
ResponderEliminarEs lo mejor que he leido en mucho tiempo sobre el tema!
ResponderEliminarQué genio el suyo amigo Güicho...