Liberia nunca fue colonia. La fundaron filántropos americanos en 1847 con antiguos esclavos, comprados en América y liberados en un pedazo de tierra africana, que en 1822 habían cambiado por ron y pólvora a los caciques locales. Luego los ingleses, que perseguían la trata negrera desde 1809, comenzaron a dejar allí a los africanos que liberaban de los negreros antes del Meridiano 40. Si los agarraban más lejos de Africa, pues los soltaban en Curazao. Estos liberados procedían en buena medida de las factorías portuguesas en la costa de los Congos, y ya tampoco eran lo que habían sido. Meses o hasta años en las factorías portuguesas los habían hecho cambiar. Para empezar preferían usar alguna ropa.
Juntos, los descendientes de esclavos hacían apenas el 5% de la población. Aún más racistas que los mulâtres haïtiennes, rara vez se mezclaban con los autóctonos. A su vez permanecían divididos en Americo-Liberians y Congo People. Dos grupos que tampoco se mezclaban entre sí, pero en conjunto gobernaban despóticamente sobre las tribus locales: kpelle, bassa, gio, kru, grebo, mano, krahn, gola, gbandi, loma, kissi, vai, dei, bella, mandingo y mende, quienes a su vez siempre despreciaron a los descendientes de esclavos.
A mediados de 1979 el precio del arroz aumentó en un 150%. Desde luego, el comercio en Liberia era dominado por los americo-congos. Pero la razón de la subida del precio fue la supresión de las subvenciones por parte del gobierno debido a la caída del precio del petróleo en un 75%. Los ingresos del escaso petróleo eran destinados fundamentalmente a financiar la importación del alimento básico.
Ante las masivas protestas callejeras contra el nuevo precio del arroz, el presidente William Tolbert ordenó disparar sobre los manifestantes. Murieron 70. Se calmó la situación, pero el odio popular ya era irreversible, y en 1980 un sargento del ejército aprovechó el latente descontento para dar un golpe. Se llamaba Samuel Doe y provenía de la etnia krahn. De alguna manera había conseguido organizar una conspiración de clases y soldados a espaldas de la oficialidad américo-conga.
Acompañado de 17 sargentos y soldados, Doe penetró en la mansión presidencial y capturó a Tolbert en piyama. Luego de sacarle un ojo con una bayoneta, lo hizo destripar y descuartizar en vida allí mismo. Pocos días después fusilaron a todos los miembros del gabinete américo-congo en una bonita playa cerca de Monrovia. Se transmitió live por televisión para el regocijo de las etnias oprimidas.
Doe se quedó con el poder. Y naturalmente que a la hora de repartir, los que no eran de la tribu krahn no obtuvieron mucho. Con excepción de los propios krahnes, eso no le gustó a nadie. En cambio, sí resultaron muy populares las espectaculares matanzas de ciudadanos américo-congos desnudos que organizó el nuevo dictador. Doe controlaba al ejército, pero después de unos pocos años le fueron perdiendo el miedo. Por entonces ya Doe se había cargado a 16 de los 17 sargentos y soldados que le acompañaron en aquella noche tan exitosa para él y tan funesta para Tolbert.
En 1985 Thomas Quiwonkpa se alzó en el condado norteño de Nimba apoyado por los manos y los gios. El mismo era de la etnia gio y el último de los otros 17 golpistas originales. Había sido la mano derecha de Doe, hasta que éste tuvo la paranoica idea de que Quiwonkpa también ambicionaba el poder. La rebelión inicialmente tuvo éxito, y pudo ser formalizada con la creación del National Patriotic Front of Liberia (NPFL). Los rebeldes llegaron hasta Monrovia y atacaron la mansión presidencial. Pero la guardia presidencial logró rechazar el ataque. A continuación el ejército de Doe pasó a la contraofensiva, logrando capturar a Quiwonkpa. Los soldados krahnes lo mataron a machetazos. El cuerpo mutilado fue exibido en Nimba, para finalmente ser canibalizado públicamente por los krahnes. Para hacer el acto aún más impresionante ante los forzados espectadores gios y manos, se lo comieron sin sal, cual leones. En total murieron unos 3.000 gios y manos en las operaciones punitivas de los krahnes en el condado Nimba. Las violaciones no fueron contabilizadas, pero se garantiza que las mujeres asesinadas fueron violadas previamente o, en su defecto, con posterioridad.
No obstante, la NPFL logró sobrevivir a la persecusión. El nuevo líder se llamaba Charles Taylor. Era hijo de un americo-liberian y una gola. También provenía del entorno del dictador krahn. Había sido jefe del servicio secreto, pero cayó en desgracia por robarse un millón de dólares de ayuda americana, que el propio Doe pensaba robarse. Sin ser de las emparentadas etnias gio y mano, Taylor no podía caerle muy bien a alguna gente en el NPFL. De ahí que surgiera el Independent National Patriotic Front of Liberia (INPFL) lidereado por el gio Yormie Johnson. Yormie era hijo de un carpintero, pero se hacía llamar Prince. Tras las primeras acciones insurgentes: unos asesinatos aquí, unas violaciones multitudinarias allá, un saqueo masivo acullá, el INPFL comenzó a ser conocido como Prince & The Gang. Y aunque no era exactamente una versión funky de “Purple Rain” lo que tocaban, estaban bastante inspirados.
En 1990 el NPFL logró golpear con contundencia a las tropas krahnes, las Armed Forces of Liberia (AFL), colocando a Doe en una situación muy precaria. El dictador liberiano se asustó y le pidió ayuda a Ibrahim Babangida, el dictador de Nigeria, con quien tenía algunos negocios comunes. Babangida consiguió entonces que la Economic Community of West African States (ECOWAS) enviase un contingente pacificador para proteger a su socio Doe. El contingente militar, denominado Economic Community of West African States Monitoring Group (ECOMOG), lo aportó el propio Babangida con 4.000 soldados. Para garantizar su lealtad y capacidad combativa, los seleccionó mayoritariamente de su propia etnia gwari. Aunque, para evitar malentendidos con las leyes federales nigerianas, colocó también una compañía de hausas musulmanes y otra de yorubas, que son cristianos, musulmanes u orishas.
El 9 de septiembre 1990 la compañía yoruba estaba de servicio en el cuartel general de la ECOMOG, situado junto al puerto de Monrovia. Hay que decir que los yorubas no apreciaban mucho a los los krahnes, practicantes de un animismo elemental, donde un simple palo tiene alma y le transmite fuerza a su dueño. Para un yoruba la fuerza viene de Jesucristo, de Alá o de Ogún. Nunca de un palo. Por otro lado, los yorubas son muy buenos comerciantes. Así que cuando ese día el dictador liberiano llegó de visita al ECOMOG, los oficiales yorubas se lo vendieron a Prince & The Gang, que pagó con diamantes por falta de cash.
Con Doe en su poder Prince y la INPFL podían adelantarse y tomar Monrovia antes que Taylor y la NPFL. Y así lo hicieron. Mas primero Prince mandó a buscar a un equipo de la TV liberiana, pues no había nadie de CNN en la ciudad. Los pusieron a filmar a Doe temblando. Temblando los camarógrafos, y temblando Doe. Primero le cortaron las orejas. Acto seguido lo obligaron a comérselas. Luego lo castraron. Pero no consiguieron estimularle más el apetito. Entonces lo dejaron desangrarse gritando, mientras de vez en cuando lo golpeaban, pinchaban o quemaban un poco, para que no perdiera los ánimos. Ese video fue el hit absoluto del año en todas las videotecas entre Dakar y Lagos.
Después de aquello, Prince pensó que le tocaba el pedazo más grande del pastel. Taylor, sin embargo, era de otra opinión. Entonces comenzó la segunda fase de la guerra civil. Resultó más virulenta aún que la anterior, con unos 220.000 muertos y 1.000.000 fugitivos. Para que el NPFL y el INPFL no se sintieran solos en su duro batallar, surgieron entonces la Lofa Defense Force (LDF) de los gbandis dirigidos por Francois Massaquoi, el Liberia Peace Council (LPC) de los krahnes de George Boley, así como el United Liberation Movement of Liberia for Democracy (ULIMO). Este último pronto se dividió en dos por razones técnicas, digo, étnicas: el United Liberation Movement of Liberia for Democracy–Johnson Faction (ULIMO-J) de los krahnes liderados por Roosevelt Johnson y el United Liberation Movement of Liberia for Democracy–Kromah Faction (ULIMO-K) de los mandingos encabezados por Alhaji Kromah. También se produjo otra escisión en la tropa de Taylor, y fue creado el National Patriotic Front of Liberia-Central Revolutionary Council (NPFL-CRC) guiado por Sam Dokie and Tom Woewiyu.
Aunque el esquema era abierto, o sea, de todos contra todos, Taylor llevó la ventaja todo el tiempo, y en 1996 se llegó a un acuerdo de paz. Bajo la ingenua égida del gobierno americano de Bill Clinton y de la ONU se llevaron a cabo elecciones libres. Taylor declaró que si él no ganaba, continuaría la guerra. La canción oficial de su campaña electoral decía textualmente, a pie de letra y en pie de conga: “He killed my ma, he killed my pa, I'll vote for him.” No tuvo que hacer trampas. Ganó con 75%.
Sin embargo, apenas tres años después ya se había alzado contra Taylor un nuevo grupo, esta vez de los mandingos, llamado Liberians United for Reconciliation and Democracy (LURD) y encabezado por Sekou Conneh. Rápidamente ganaron la reputación de ser peores que todos los bandos anteriores juntos. Otros tres años después ya controlaban todo el norte del país. Entonces surgió con inesperada fuerza en el sur el Movement for Democracy in Liberia (MODEL). Era el comeback de los krahnes, ahora lidereados por Thomas Nimely.
De hecho, la estrategia bélica de AFL, NPFL, INPFL, NPFL-CRC, LPC, LDF, ULIMO-J, ULIMO-K, LURD y MODEL fue siempre la misma, y se basaba en cuatro reglas muy simples:
1. Si avanzo y encuentro enemigo, me ensaño con el enemigo y con los civiles.
2. Si avanzo y no encuentro enemigo, me ensaño con los civiles.
3. Si me retiro, me ensaño con los civiles.
4. Si no puedo avanzar, ni tengo que retirarme, pues mientras tanto me ensaño con los civiles.
Aun atrapado entre dos espadas, Taylor consiguió detener el avance de sus enemigos y consolidarse en el tercio del país que le quedaba. Se creó un equilibrio donde, aparte de los civiles, casi no había víctimas. Entonces el gobierno americano de Bush le dio la estocada final: ¿Te vas o te vamos? Y Taylor se fue a Nigeria. Corría 2003, Año 24 de la Brutalidad Liberiana. Desde entonces el país quedó básicamente controlado por el LURD y el MODEL. Con tropas de paz de la ONU. Y una criminalidad sin igual.
En 2005 se celebraron elecciones libres nuevamente. En la segunda vuelta ganó Ellen Johnson-Sirleaf, antigua ministra de finanzas de Tolbert, frente al favorito George Weah, ex-astro del fútbol mundial. Johnson-Sirleaf, una brillante mulata (no por ascendencia americo-liberiana, sino por un abuelo alemán) graduada de Harvard y con un impresionante currículo de ejecutiva en organismos y bancos internacionales, es la primera mujer que gana unas elecciones presidenciales en la historia de Africa.
Tal vez ese sea el camino para salir de la bestial violencia africana: que manden las mujeres.
Contra, mira que llevaba tiempo tratando de recomendarle un buen resumen, a los alemañis desentendidos. Ahora me bastará con traducirles este. A ver si consigo que no pierda la picardía.
ResponderEliminarY hablando como los locos: estoy un poco molesto contigo, por el comentario que dejaste por aquí...
:o)
Lleva! Gracias por ilustrarnos. Creo que Africa es asignatura pendiente de muchos. Saludos.
ResponderEliminarCaminante, métele mano, aunque es complicado poner sorna en la lengua germana.
ResponderEliminarSosa, con Africa se han escachado todos los analistas.
ResponderEliminarAsia parece enigmática.
America Latina resulta muchas veces alucinante.
Africa es simplemente impredecible.