22 ene 2008

Nassau


Hace cosa de un mes estaba en Nassau, la capital de las Bahamas. Ahora me percato de que se trataba de una ocasión especial: el país visitado número 40, y supongo que eso merece unas líneas.

Nassau es un nombre alemán y en inglés se pronuncia a la francesa: Nasó.

Nassau era una aldea alemana fundada en 915 d.c. En aquella parte de Germania, denominada Renania-Palatinado, los habitantes eran obedientes, trabajadores y ahorrativos. La aldea era una perla. De manera que en 1093 el cacique de la vecina aldea de Laurenburg, cuyo nombre era Dudo, no dudó en apropiarse de Nassau, cuando el jefe local se mostró vacilante. Aclaro que Dudo no tenía apellido por la sencilla razón de que en aquella época en Alemania nadie tenía apellido.

La familia de Dudo era progresista, o por lo menos iba progresando paulatinamente. Así, por ejemplo, el padre de Dudo, viniendo de la humilde Lipporn, le habían arrebatado Laurenburg a otro jefe cavilante. Dos siglos atrás este progreso había comenzado con un labrador, el tatarabuelo del abuelo de Dudo, y la vaquita de un vecino titubeante.

Ya en Nassau la familia de Dudo se forró rápidamente, gracias a la laboriosidad de los aldeanos. En agradecimiento Heinrich, tataranieto de Dudo, se proclamó Conde de Nassau con las correspondientes festividades, que causaron frenesí en los aldeanos. La apoteosis llegó cuando Heinrich repartió sacos de granos, uno por familia, provenientes de un remanente de las recaudaciones requisadas durante la cosecha del año anterior.

Desde luego, el progreso no se detuvo. Ganando dominios con el decursar de los años, la familia Nassau devino una de las más poderosas entre la nobleza del Sacro Imperio Romano Germánico. Los Nassau crecieron, se dividieron y se ramificaron. La familia real holandesa aún hoy es Nassau. Lo mismo ocurre con la monarquía de Luxemburgo. El Archiduque Henri, ese que se casó con una cubanita llamada María Teresa, es un Nassau.

Cuando la Revolución Gloriosa depuso en 1688 al último y autoritario rey católico de Inglaterra, Escocia e Irlanda, Charles II, el Parlamento le ofreció la corona a un Nassau: William, que gobernaba los Países Bajos. Este candidato no sólo era hijo de la hermana de Charles II, sino también yerno del destronado monarca británico. William III y su prima-esposa Mary II accedieron al trono en 1689.

Esto es lo que nos lleva hasta las Bahamas. Las islas eran por entonces tierra de nadie. Y eso en el Caribe significaba automáticamente tierra de piratas. La multinacional comunidad de filibusteros y bucaneros constaba principalmente de franceses, seguidos de ingleses y holandeses. En menor medida habían daneses, italianos, y hasta renegados españoles y portugueses, entre otros. Incluso se sabe de un suizo del cantón de Uri que reparaba relojes y brújulas en Tortuga. Como en la Europa de entonces, la lengua franca de la comunidad pirata era el francés.

En la isla de New Providence algunos pacíficos colonos ingleses habían fundado un asentamiento llamado Charlestown hacia 1656. Eran fugitivos del régimen de Oliver Cromwell, y partidarios del también depuesto rey Charles I. El padre de Charles II y abuelo de William III era un perdedor. En 1642 perdió la cabeza y se enfrentó al Parlamento. En 1646 perdió la consiguiente Guerra Civil Inglesa y cayó en manos protestantes. En 1648 perdió la Segunda Guerra Civil. Y por último en 1649 volvió a perder la cabeza, esta vez definitivamente, a manos de un irlandés que cobró 100 libras, pues el verdugo de Londres rechazó indignado el trabajito.

Con esas premisas Charlestown no podía tener un destino feliz. Poco a poco se fue llenando de filibusteros. En 1675 ya se comentaba que, al lado de Charlestown, Tortuga era un convento de Carmelitas. En 1684 se juntó una flota hispano-francesa en La Habana con el objetivo de castigar a los foragidos de Charlestown. No dejaron ni una viga sin quemar en la villa.

Mas apenas tres años después los bucaneros habían reconstruido Charlestown. Al llegar la noticia de la coronación de William III en 1689 los piratas decidieron rebautizar la ciudad como Nassau. Procuraban protección inglesa frente a la amenaza punitiva hispano-francesa. Como francoparlantes pronunciaban Nasó al noble apellido alemán. Hasta hoy se quedó. Sin embargo, aquella zalamería filibustera no ayudó mucho. Seguían molestando a las colonias antillanas, y en 1695 la armada española zarpó de La Habana y destruyó a Nassau nuevamente.

Esta vez los piratas necesitaron dos años para reconstruir la localidad. Y volvieron a las andadas. Eso obligó a franceses y españoles a enviar juntos otra flota destructora en 1703. Tampoco funcionó, pues en 1706 los filibusteros habían montado Nassau de nuevo. En los 10 años siguientes los piratas ingleses sobrepasaron en número a los franceses. Una consecuencia directa de la Guerra de Sucesión Española. Entonces empezaron a incursionar en las florecientes colonias norteamericanas. Pero con los británicos los confines del relajo se alcanzan rápido. En 1717 una nave de la Royal Navy apareció frente a Nassau. Un año después no quedaban piratas en Bahamas. La Royal Navy no se fue hasta 1973.

No obstante, vale aclarar que la tradición del contrabando nunca se perdió en las Bahamas. En los siglos XVIII, XIX y primera mitad del XX fue la principal fuente de riqueza del archipiélago. Hoy día, aparte de paraíso turístico, es un oasis fiscal. El contrabando ahora es con divisas.

13 comentarios:

  1. Bien interesante compadre, me bebí esto rápidamente pensando que bien puedes tirarnos un relato aderezado sobre la verdadera historia de ‘curasao’. ¡Embullate man!
    Cuarenta países es una buena marca, tremenda suerte y empeño el suyo. Me quito el sombrero.
    Dicen que el mercadito de las Bahamas al bajarse uno del atracadero de Royal Caribean ha mejorado muchísimo. Un socio partió un Breitling que ni te cuento.

    Bueno guicho, nos vemos en la próxima caricatura.
    saludos,
    tony.

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  2. Tony, no pasamos por el mercadito, y eso que nos dijeron que los Rolex estaban rebajados a 100 fulas...

    Es que fuimos en avión. Lo cual, tratándose de American Eagle, tiene la ventaja de que se pierden las maletas. Te entretienes bastante con eso.

    Por cierto, una cosa que me llamó vivamente la atención es la frontera extraterritorial que tienen los EE.UU. en el aeropuerto de Nassau. En el regreso, tras el check in, se pasa la inmigración y la aduana americanas allí mismo, y ya aterrizas en USA como si fuera un vuelo nacional.

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  3. Se ve que te gusta entrarle a los temas por la lasca historica

    por cierto nos tienes parado a Cortés y su nave en el momento de la fuga... vamos a ver a Montecuzuma pronto? Me encantaria ver tu pintura del mercado de Tenochtitlan y una visita a la piedra de sacrificios...

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  4. Güicho,

    y yo creía que Nassau venía de "nasse Sau" (puerca mojada).

    Por cierto, sabes de donde viene el nombre de Bahamas. Pues bien, se lo pusieron los españoles en alusión a la baja profundidad de sus aguas, le decía Baha mar, o baja mar.ESto último no es bonche.

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  5. Güicho,

    y yo creía que Nassau venía de "nasse Sau" (puerca mojada).

    Por cierto, sabes de donde viene el nombre de Bahamas. Pues bien, se lo pusieron los españoles en alusión a la baja profundidad de sus aguas, le decía Baha mar, o baja mar.ESto último no es bonche.

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  6. Por cierto, me llevas casi el doble en países. Tengo 22 (claro contando a Cuba y sin poner los países escalas de vuelos). Me imagino que la ventaja me la sacas en América donde solo he estado en los EEUU.

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  7. Osvaldo,
    ciertamente se me ha encallado Cortés a mitad del golfo, pero es un tipo perseverante, estoy seguro de que llegará a Yucatán.
    Saludón!

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  8. Analista,
    lo de puerca mojada está mejor, definitivamente. De Helga, una amiguita existencialista que conocí en Francfort del Meno algunos años atrás, creo que sus ancestros eran de aquella aldea. En todo caso siempre la bañaba primero.

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  9. Analista,
    oye, creo que sí, pues he zapateado bastante por América Latina.

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  10. Hola Güicho crónico estoy buscando a un Güicho y no se si eres tu...El que yo busco nació en la habana y es de apellido Benemelis, es un amante insaciable y le encanta el padrino...respondeme porfa...Gracias

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  11. Sacaron al blog de pepe varela del aire.
    Sabes que pasó?

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  12. Caramelo,
    lamento decirte que no soy ese Güicho Benemelis, si bien por lo menos también padezco de glotonería.
    En cambio, el padrino no es lo mío, siempre he preferido a las hadas madrinas: buenas, complacientes y sin varita.
    Golosamente,
    Güicho

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  13. Analista,
    sí, me temo que a Pepe lo jodieron con el nuevo juez. Aún no sé los pormenores.

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