El 26 de Julio de 1847 Joseph Roberts (foto) proclamó la indepencia de Liberia, la primera república africana. Desde hacía dos años la colonia se le había vuelto irrentable a los filántropos de la American Colonization Society, quienes la habían fundado en 1821 con un doble objetivo libertario: liberar a los negros de América y librar a América de los negros.
El éxito de la ACS no había sido tan enorme. A mediados de 1847 vivían en Liberia unos 3.000 libertos americanos. En cambio, las tribus locales: mano, krahn, gola, bassa, gio, kru, gbandi, etc., estaban compuestas por no menos de 65.000 nativos, que a partir de ese momento recibieron de los américo-africanos un tratamiento similar al que tendrían siouxs, navajos, cherokees, cheyennes, comanches, iroqueses, apaches, etc., en la madrastra patria de los nuevos amos. En efecto, fue un trato semejante, pero no idéntico; pues hay que reconocer que en lo sexual los colonos blancos de los EE.UU. fueron más moderados a la hora de abusar.
Felizmente la tiranía que comenzó el 26 de Julio de 1847 no duró para siempre. Apenas 133 años después los nativos se rebelaron. Y entonces se desató la matanza por 5 lustros.
Llevo tiempo siguiendo tus "relatos africanos", y siempre me asombró la brutalidad que ejercieron unas etnias con otras.
ResponderEliminarSupongo que de ahí vendrá la expresión, "fulano y mengano se tienen odios africanos".
Epiro,
ResponderEliminarhe estudiado las atrocidades humanas registradas, tan abundantes en todas las épocas históricas, y nada me parece comparable en bestialidad intrínseca al nuevo hábito guerrero africano de obligar a los niños a violar y matar a sus madres.
Vaya, pues esa no la conocía, nunca termina uno de llevarse desagradables sorpresas en lo que respecta al ser humano.
ResponderEliminar¡Vaya "espoir"!
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